
Dos tremendas zorras le chuparon la pinga a un tipo con suerte mientras veían pelis en el sofá. Primero le acariciaron la verga con las manos, después se turnaron para mamársela como unas expertas, dejándole la polla bien babosa. El cabrón no aguantó tanto placer y se vino rapidísimo, chorreando leche por todas partes. ¡Una escena caliente de puta madre con final explosivo!