
Un abogado visita a casa de su clienta y se da cuenta de que la zorra está que arde. No se lo piensa dos veces y saca la verga para que la muy puta se la chupe como una diosa. La perra no para de gemir y después se pone a cuatro patas, rogando que se la metan por el culo sin piedad. ¡Una escena caliente llena de follada fuerte y morbo!